Desde APU acompañamos y nos solidarizamos con las trabajadoras y los trabajadores de la agricultura familiar, trabajadores y trabajadores de la Asociación Civil “Tercer Tiempo”, del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), cooperativistas, técnicas y técnicos de la UNMDP y del CONICET, participantes del proyecto de producción agroecológica emplazado en las 140 hectáreas abandonadas en Chapadmalal.

Sostenemos el derecho a que nuestras comunidades produzcan sus alimentos de forma ecológica y sustentable, socioeconómicamente accesibles y apropiados culturalmente; dando respuesta a lo que como población padecemos: encarecimiento constante de los alimentos por los procesos inflacionarios y especulativos, y alimentos producidos a gran escala en cultivos transgénicos, con empleo de pesticidas de síntesis y fertilizantes químicos o la producción de ultraprocesados, “chatarra” abaratados, sin ninguna calidad nutricional.

Como comunidad, debemos promover a la producción local de pequeña escala, fomentar el comercio de proximidad, con alimentos orgánicos, saludables y no por ello de elevados costos. Esto se contrapone a los grandes negocios de los supermercadistas y formadores de precios articuladores del agronegocio, del extractivismo y las diversas formas en que se despliega el capital trasnacional a nivel global.

En este tiempo, casi la mitad de la población mundial se halla mal alimentada, ya que más de 3.400 millones de personas sufren hambre y desnutrición u obesidad, y que tan sólo el 6% de ella consume el 50% total de la producción. Las políticas públicas para el acceso a la tierra para la producción de alimentos es una forma de discutir ese poder, esa enorme distribución desigual: pobreza e inseguridad alimentaria de gran parte de la población.
Defendamos la producción, distribución, comercialización y consumo de los alimentos que prioricen el bien común y no la maximización de rentas.
Exigimos la participación activa del Estado (en cualquiera de sus niveles) e invitamos a la adhesión de la comunidad para GARANTIZAR QUE LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES DEL PROYECTO AGROECOLÓGICO PUEDAN TRABAJAR LAS TIERRAS SIN HOSTIGAMIENTO, NI AMENAZAS DE DESALOJOS, Y QUE FORTALEZCAN SU TEJIDO ORGANIZATIVO Y COOPERATIVO, PARA EL BENEFICIO DE MAR DEL PLATA - BATÁN.

ASOCIACIÓN DEL PERSONAL UNIVERSITARIO (APU) DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA.